martes, 25 de enero de 2011

De vampiros y vampirizados

Tengo un buen amigo que últimamente anda preocupado y algo tocado de moral… Es una de esas buenas personas que uno se encuentras de pronto en la vida y que son excepcionales excepciones (valga la redundante redundancia)… Es una de esas personas que no puede pasar al lado de alguien que necesite un cable y no echárselo… Un amigo de sus amigos, comprometido con los allegados y no tan allegados…Y, claro, pasa lo que pasa en estos casos… Hay mucho mal nacido, gorrón aprovechado de la bondad ajena, que vampiriza la vida de bienpensados y altruistas a base de favores que llega un punto que no lo son, rozando, por momentos, los malos modos de la exigencia; o que tras conseguir lo añorado desaparecen cual niebla al calentar el sol… Y el cumplidor honrado, desde esa lealtad afectiva y de gratuidad, pese al fastidio momentáneo del disgusto, cumple una y otra vez, favor a favor… Hasta que se pregunta si tanta rata de alcantarilla asomando hocicos humanoides no le estará haciendo la puñeta a base de chupar sangre… Se le pasan entonces las ganas de seguir pensando en otros y sospecha, no sin acierto, que piensa demasiado poco en sí mismo… Vamos, que le están haciendo sentir un guiñapillo de poco valor… Cornudo y apaleado y, como dice el refrán, poniendo la cama… ¿Hay más que decir?... No hay derecho a que tanto hijo de su madre se siga lucrando y aprovechando de los demás… No hay derecho a que alguien con la mejor intención sea recompensado con lo que nunca debería encontrar… Y, sobre todo, no hay derecho a que alguien se llegue a preguntar si ser bueno merece la pena, si lo que hay que hacer es ser un mercachifle, un jeta, un cabrón aborregado en la más pura línea de la sociedad…o quizá un miope forzado con esa extraña habilidad de giro de cabeza en el momento oportuno…

Saben, me duele mi amigo… Me duele lo mal que lo pueda estar pasando… Y me duelen todas las buenas personas que, como él, se lleguen a preguntar si merece la pena ser así… No hay derecho… No lo hay…

Posiblemente nunca acabemos con la gran plaga de los aprovechados… Posiblemente mi amigo y otras personas como él, volverán a llevarse golpes importantes en la vida… Pero, saben, quiero creer que sí sigue mereciendo la pena ser así, simplemente bueno y generoso… Amigo, te digo y os digo –permitidme la osadía- que sois necesarios, que vuestro buen hacer es ejemplo para los que os rodeamos y que necesitamos que alguien nos abra los ojos, simplemente siendo bueno porque sí… De verdad que lo necesitamos… Y me temo que cada día más…

2 comentarios:

  1. Ademas de verdad que cada día se necesitan más.... en fin... que le vaya mejor a tu amigo y que no abandone el buen camino

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  2. Me recuerda a la manera de escribir de Pérez-Reverte, sólo que un poco menos brusco...pero sólo un poco. ;)

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