jueves, 14 de julio de 2011

Se me ha casado Juanan

Pues sí, y que no se me enfade nadie por dedicar este artículo abiertamente cuando he podido no hacerlo en otras ocasiones similares… La verdad es que, por muchas razones, se lo debía a un buen amigo… Verán, Juanan es de esa buena gente que uno se encuentra muy de vez en cuando. Es palentino y ya se sabe que ellos, como dijo Santa Teresa: “son de la mejor pasta”. Pues bien, mi amigo cumple el papel a la perfección… A Juanan lo conocí cuando era un chavalillo de quince años, lleno de sueños e ilusiones, al igual que toda su pandilla… Ya apuntaba maneras de cabezota, lo cual ha confirmado la vida y el paso de los años, pero también de magnífico buscador, de buena gente, de constante comprometido con las causas en las que cree, del educador que hoy es, de… Desde entonces hasta hoy he tenido la suerte de compartir mucho con él, desde pinitos teatrales hasta charlas de profundidad, desde tareas diversas de todo tipo hasta compromisos reales que fue asumiendo en diversas etapas… Y ahora tengo la suerte de compartir su felicidad en un nuevo paso vital: su matrimonio… No ocultaré que su cara de “besugo enamorado” era un poema -lo cual es bueno, sin duda- y éso, además, indica la profundidad con la que vive las cosas esenciales… Y es que su hoy esposa, Cris, mujer guapa, cariñosa, sensible, comprometida, -con la que también he tenido la suerte de coincidir de cuando en cuando- es un hermoso remedo de su marido, como su marido lo es de ella… Entonces, uno tiende a pensar que Dios tiene que ver en estas cosas, en estos encuentros, en estos amores, en estos pasos de compartir vida… Así que ya ven ustedes, que estoy más contento que unas castañuelas y no por mi precisamente, sino por un buen amigo que se me ha casado y al que le debía estas líneas… Ya ven qué tontería: Se me ha casado Juanan…

Juanan, Cris, sed muy felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario