lunes, 16 de marzo de 2015

De la desfachatez de la locura


En educación, en la ciencia, en las letras, en la vida misma, no está exenta la historia de menosprecios de todo tipo a aquellos que se atrevieron a ir un poco más allá. Aquellos que salieron de su comodidad, de su mundo establecido de seguridades para dar nuevos pasos, a menudo, completamente novedosos. En ocasiones fueron pasos decisivos para la humanidad o para algún campo concreto del saber, de la ciencia, de…  En otras fue el simple, aunque rotundo y trascendente, campo personal. Lo cierto es que todas esas personas han tenido y tienen un deje de sana locura que les impulsa a ir más allá, a buscar más allá, a intentar más allá, aunque sufran caídas, dificultades, retrocesos y, como decía al principio, menosprecios como el de ser tachados de locos por los que a menudo, por miedo o por mera seguridad no quieren que nadie arriesgue a su alrededor. Pero ay si todos arriesgásemos más y saliésemos de nuestro mundo de confort… O si al menos permitiésemos que quien quiera avance sin trabas… Al final todo es una decisión personal, una maravillosa y arriesgada decisión sabiendo que

                       La desfachatez de la locura
                       habita en los pájaros del alma...

Todo es cuestión de dejarlos volar rumbo a sabe Dios qué nuevos horizontes…



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